La Inteligencia Artificial (IA) es un gran avance tecnológico que todos estamos incorporando a nuestra vida diaria porque nos la facilita y mejora. Nadie duda de la importancia que está suponiendo esta nueva tecnología en todos los ámbitos; sin embargo, es importante tener en cuenta los desafíos éticos y legales que puede conllevar. Para hacer frente a estos desafíos, la Comisión Europea presentó el 21 de abril de 2021 un proyecto de ley sobre Inteligencia Artificial, un marco legal ambicioso destinado a regular el uso de la IA en la región.
Tras un par de años, el pasado mes de junio el Parlamento Europeo aprobó el proyecto de ley sobre la IA. Su aprobación supone el inicio de las negociaciones con los Estados de la UE y la Comisión para que la normativa entre en vigor de aquí a 2026.
¿En qué consiste la ley de la UE sobre la Inteligencia Artificial?
La Ley de Inteligencia Artificial de la UE busca establecer reglas claras para el desarrollo, implementación y uso de la IA en la Unión Europea. Su objetivo principal es garantizar que la IA se utilice de manera responsable, protegiendo los derechos fundamentales de los ciudadanos y promoviendo la innovación.
7 claves de la normativa de la UE sobre la Inteligencia Artificial
- Evaluación de riesgos: Las empresas que desarrollen o utilicen sistemas de IA considerados de alto riesgo deben mantener registros detallados sobre su funcionamiento y rendimiento, lo que garantiza la trazabilidad y la rendición de cuentas.
- Evaluación de conformidad previa al mercado. Antes de que los sistemas de IA de alto riesgo lleguen al mercado, deben someterse a una evaluación de conformidad con la normativa.
- Prohibición de aplicaciones peligrosas o engañosas: La ley prohíbe el uso de la IA en aplicaciones que puedan poner en peligro la vida o la seguridad de las personas, como sistemas de vigilancia masiva no regulados. También se prohíbe el uso de sistemas de IA que engañen a las personas haciéndoles creer que están interactuando con un ser humano.
- Transparencia y explicabilidad. Las empresas deben garantizar que los sistemas de IA sean transparentes y capaces de proporcionar explicaciones sobre sus decisiones. Los usuarios tienen derecho a saber que están interactuando con un sistema de IA y entender cómo funciona.
- Supervisión y autoridades de regulación. La normativa establece un marco de supervisión y autoridades de regulación que serán responsables de velar por su cumplimiento y aplicar sanciones en caso de infracción.
- Prohibición de uso de sistemas de puntuación social. La ley prohíbe la creación de sistemas de puntuación social basados en la IA, que podrían utilizarse para el control y la discriminación de individuos.
- Sanciones por incumplimiento. Las empresas que no cumplan con las regulaciones pueden enfrentar sanciones financieras significativas.
El efecto nacional y global de la ley de Inteligencia Artificial
A nivel general, la ley ayudará a mejorar la confianza de la sociedad en la IA, ampliar la adopción segura de la tecnología y proteger a los ciudadanos de posibles usos maliciosos de la tecnología gracias a la definición de estándares éticos.
Gracias al alcance de la regulación y la influencia de la Unión Europea en el mundo, esta nueva normativa tendrá un impacto significativo más allá de las fronteras del territorio de la UE. Las empresas que deseen operar en el mercado europeo deberán cumplir con estas regulaciones, lo que podría generar un efecto dominó en otras partes del mundo.
Las empresas podrán seguir desarrollando tecnologías de vanguardia, pero con un enfoque en la responsabilidad y la seguridad. Se espera que esto fomente la competencia a nivel global e impulse el mercado europeo de la IA.