En una acción legal sin precedentes, importantes editoriales francesas y destacadas asociaciones de autores han interpuesto una demanda contra Meta por utilizar presuntamente contenidos protegidos por derechos de autor sin permiso para desarrollar sus sistemas de inteligencia artificial. La demanda alega que Meta explotó materiales protegidos a gran escala, lo que plantea serias dudas sobre las prácticas éticas y el futuro suministro de datos de entrenamiento de inteligencia artificial. El caso ha puesto de relieve las crecientes tensiones entre los creadores de contenidos creativos y las grandes empresas tecnológicas, y podría sentar un precedente para los derechos de propiedad intelectual en el desarrollo de la IA. Los observadores afirman que el resultado puede modificar la forma en que los gigantes tecnológicos obtienen y utilizan los datos de entrenamiento en los ecosistemas de IA en evolución.